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La tecnología exprime los secretos del cerebro del consumidor
Noticia publicada en el diario ABC-Empresa el 27 de junio de 2021.
Neuromarketing Congress 2021. Soluciones reales para el consumidor actual
El próximo mes de noviembre, los días 9, 11, 16 y 18, vuelve con más fuerza el mejor neuromarketing. En un evento gratuito que se emitirá online, hablaremos de «soluciones reales para el consumidor actual».
El neuromarketing congress 2021 ya está en marcha. Regístrate y reserva tu plaza en info@aeneuromarketing.org
¿En qué se diferencian los cerebros de hombres y mujeres? Apenas hay un gran cambio
Por cortesía de Europa Press
Te recomendamos que no te pierdas esta noticia publicada por Europa Press. Os reproducimos algunas partes de su contenido. Como veréis, cae otro tópico ante las evidencias de estudios recientes.
Lee la noticia completa aquí:
Aquí tienes destacadas algunas de las claves que presenta esta noticia:
La cuestión se ha explorado durante décadas, pero un nuevo estudio dirigido por Lise Eliot, neurocientífica de la Universidad Rosalind Franklin (Estados Unidos), es el primero que aglutina esta amplia investigación en una única megasíntesis. Y la respuesta es “apenas” hay diferencias.
«Esto significa que las diferencias cerebrales entre los hombres de cabeza grande y pequeña son tan grandes como las diferencias cerebrales entre el hombre y la mujer promedio. Y, lo que es más importante, ninguna de estas diferencias relacionadas con el tamaño puede explicar las conocidas diferencias de comportamiento entre hombres y mujeres, como la empatía o las habilidades espaciales», argumenta la investigadora.
El estudio también refuta la opinión que se tiene desde hace tiempo de que el cerebro de los hombres está más lateralizado, es decir, que cada hemisferio actúa de forma independiente, mientras que se dice que los dos hemisferios de las mujeres están mejor conectados y funcionan más sincronizados entre sí.
Nota: En nombre de la AEN, nuestro agradecimiento a Europa Press por permitirnos publicar este contenido.
El neuromarketing y las palabras
Artículo escrito por:
Carmen Navarro Valencia
LinkedIn: https://www.linkedin.com/in/carmen-navarro-copywriter-redactora/
Instagram: @carmennavarro.copywriter
El comienzo de todo siempre es una historia.
Cuenta la leyenda que Atenea nació de una forma incomprensible.
Metis, mujer de Zeus, le advirtió que sería destronado por un hijo suyo, así que él, que era de armas tomar, se la tragó cuando se enteró que estaba embarazada.
Tiempo después, Zeus andaba agobiado, más de lo habitual, por unos terribles dolores de cabeza. Al ver que los días pasaban y los dolores continuaban mandó llamar a Hefesto, dios de la forja y el fuego, para que le diese un golpe con su hacha en la cabeza y poder así terminar con ese suplicio. Hefesto se lo pensó dos veces, porque dar un hachazo al dios del Olimpo no era ninguna tontería.
Cuando le dio el golpe en el cráneo, vieron con ojos abiertos como platos, que de la cabeza de Zeus salía una mujer, de unos 20 años que, al verse fuera del dios, no se le ocurrió otra cosa que gritar de alegría y ponerse a bailar.
Atenea, hija de Metis, nació de la cabeza de Zeus vestida de guerrera y, desde ese mismo instante se convirtió en diosa de la guerra, civilización y sabiduría, madrina de sabios y artistas e inventora de la escritura.
Historias y palabras
Una historia no existe sin protagonistas, y en el camino hacia las ventas y el marketing hay varios importantes como son la comunicación y la empatía, y te voy a demostrar por qué.
El cerebro es algo maravilloso, pero a la vez un laberinto en toda regla. Tal vez por eso nos apasiona, nos intriga, y nos hace pasar páginas con ganas por querer saber más que en una novela de Zafón.
Después de pasar gran parte de la vida en departamentos de ventas, me quedan algunas cosas claras.
En primer lugar, que en una empresa todos somos vendedores, desde la persona que está en marketing, sí, esa misma que contesta al teléfono cuando no hay ningún comercial y toma nota para no perder un cliente potencial, hasta el departamento de contabilidad.
Otra, es que un vendedor, un buen vendedor, no tiene por qué estar asociado a la charlatanería, sino saber ser un buen narrador de historias utilizando las palabras correctas.
Porque uno de los mayores placeres que siempre hemos tenido los seres humanos es escuchar historias, y eso el cerebro lo sabe.
No existe mejor instrumento para albergar sueños o aspiraciones que las palabras, las mismas que hacen que las endorfinas produzcan ese placer de cuando eras pequeño y escuchabas historias de misterio en el campamento de verano.
Esa historia ya contaba con un guion establecido que te hacía estar atento, muy quieto y ensimismado desde el primer momento.
Porque todas estas palabras, como las que empiezan con Erase una vez…, son las que llegan a nuestro cerebro y generan atención e interés.
Y esto no solo ocurre con el lenguaje hablado, también a través de la palabra escrita.
El guion de un podcast, un vídeo en YouTube, o un anuncio publicitario, cuentan con un storytelling donde se sigue un hilo conductor que consigue conectar, atrapar y mantener tu atención desde el primer momento.
De este vínculo que se crea entre nuestro cerebro y las palabras, nace la mejor de las uniones, las que hacen que actúes de un determinado modo y realices acciones concretas.
Porque las palabras emocionan, consiguen que haya conexión entre personas y se convierten en una de las partes más importantes a la hora de tomar decisiones.
Las palabras y el neuromarketing
Nuestro cerebro piensa y decodifica en palabras. Son imparables.
De ahí, que según la precisión, esmero y nitidez con el que sean construidas, podrán comunicar más o menos y así será el resultado que consigan.
Recientes estudios hechos con dispositivos de neurociencia (Eye Tracking, EEG, GSR y facial coding) han demostrado los niveles de eficacia del lenguaje escrito. Esos niveles de actividad cortical registrados inciden directamente en los resultados de compromiso, interés, atención e incluso, en los datos de asimetría frontal que se parametrizan tras una investigación.
De ahí que, más allá de los cambios y estilos de escritura que nos llegan cada día en constante evolución, la fuerza e impacto de un texto escrito sigue dando forma a la huella emocional que un contenido genera en su público objetivo al leerlo.
Robert Cialdini habla de la psicología social de la persuasión en las ventas.
Y es que cada una de las palabras que empleas para describir un proyecto, una estrategia o una situación, está pensada para que te detengas, te sientas identificado, atraído y quieras saber más.
Para que esto ocurra debe existir algo necesario, la atención, un estilo definido y convertirlo en reconocible.
¿Y esto, cómo se hace?
Utilizando la curiosidad, mostrando confianza, empatía y haciendo saber que una marca es diferente al resto, y no porque no tenga competencia, sino porque las palabras con las que se muestra tienen las características que la representa.
Y esto es resultado de tener una historia única.
Las emociones son el motor principal que nos hace querer obtener algo. Por este motivo, si tenemos sed la primera imagen que nos viene a la cabeza es la bebida que nos cuenta una historia de amistad, juventud y verano; y si queremos un ordenador, deseamos el de una determinada marca por el storytelling.
Al utilizar las palabras adecuadas se utiliza una de las mejores técnicas que une nuestro cerebro a la hora de adquirir un producto, una de las partes fundamentales a la hora de llegar al cerebro y corazón cuando nos convertimos en clientes.
Las buenas prácticas del neuromarketing han tomado buena nota de todo esto. Por eso mismo, se ha incorporado el trabajo de copywriting no solo en contenidos de marketing digital sino en todos aquellos mensajes que pretenden “colarse” dentro del individuo, mimando las palabras para sacar el mayor provecho de semejante herramienta.
Detrás de las definiciones de cliente, paciente, consumidor o usuario hay personas. Y las personas respondemos y responderemos de forma más favorable y proactiva a textos construidos con la extensión, profundidad y dinamismo que el cerebro siempre agradece.
¿Sabes todo lo que puede aportar el Neuromarketing?
Por cortesía de FusiónLab Neuromarketing Aplicado
www.fusioncomunicacion.es
Sobre la mente humana
Artículo escrito por:
Miguel Pinuaga Portillo
Asesor en planificación y calidad personal para el éxito. Especialista en Neuromarketing y publicidad.
mipinuaga@gmail.com
El cerebro humano se ha formado a lo largo de siete millones de años, momento en que se separaron los que continúan siendo monos y los que, aprendiendo de la experiencia, vinieron a ser desde hace trescientos millones de años hasta la actualidad, Australophitecus Africanus, con una tercera parte del volumen cerebral actual, el homo habilis. Luego, el sapiens, con más inteligencia, aumentó sus conocimientos y su volumen cerebral.
La vida humana sobre la tierra comienza siendo un proto – pez, que antes era un tubo que flotaba por el que pasaban los nutrientes, que necesitó de una tubería para conducir su rudimentario sistema nervioso hasta un punto central de decisión y análisis del entorno, el primer cerebro. Millones de años de tanteos condujeron con lentitud a que esos nervios se dispusieran en módulos especializados. Alguno de ellos se hizo sensible a sustancias volátiles del medio, vitales para la supervivencia, y así nació el cerebro olfativo. Otros módulos aprendieron lo vital que era localizar la luz y nació otro cerebro especializado que llamamos ojo. Otro se especializó en mover con más precisión el cuerpo y nació el cerebelo. Todos juntos constituyen el cerebro del reptil, mecánico e inconsciente.
Luego aparecieron los mamíferos, que necesitaban más análisis y precisión en sus respuestas al ambiente, por lo que, aprendiendo, adaptándose, y creando más centros de decisión especializados e interconectados, esto compone el cerebro del mamífero. Uno de ellos al que llamamos tálamo, permite que los cinco sentidos trabajen y saquen una conclusión global, adaptativa e imprescindible para la supervivencia. La amígdala y el hipocampo que aquellos animales hubieron de construir para recordar los peligros que podían acabar con ellos, fueron memoria de datos vitales, sede del miedo, de la desconfianza, del pánico.
Pero esto no bastaba. Se necesitaba otro módulo que permitiera tomar decisiones complejas, y se desarrolló el hipotálamo. La complejidad de de estos módulos permitía unos mayores niveles adaptativos, el control endocrino y metabólico, como el termostato para mantener la temperatura. Todo este conjunto de centros nerviosos es el cerebro del mamífero al que se le llama Sistema Límbico.
La diferencia entre el cerebro reptiliano y este, son las emociones. El reptiliano no tiene emociones, el de los mamíferos sí, pues las emociones nacen y se procesan en él. Todavía no era suficiente para el desarrollo. Se necesitaba crear una cubierta de células que sirviera para ensamblar, coordinar y adquirir un nivel superior de análisis de la sabiduría conjunta de los cerebros, para adquirir conocimiento superior que permitiera mayor independencia del medio ambiente, y sumar la experiencia de tantos millones de años aprendiendo y sacando conclusiones: la corteza cerebral o neopalio; sin ella todo sería inconsciente, y permitió algo nuevo: lo consciente.
La conciencia, la corteza cerebral, no representan sino el 20% del cerebro actual y no puede ser independiente de los cerebros primitivos que siempre estarán influyéndola de manera decisiva.
Las necesidades de adaptación eran cada vez superiores y la corteza se hacía más extensa a medida que avanzábamos en la jerarquía animal, La corteza creció como consecuencia de un ambiente en el que era vital organizarse, aprender de la experiencia, pensar, sentir y todo lo relacionado con la comunicación; como el habla y las emociones.
De hecho, la palabra fue el salto definitivo, la separación de nuestra especie de otras. Así, nosotros tenemos un 40% más que otros animales. De tal manera que la frente hundida de los animales y de los homínidos anteriores a nosotros y por la presión de la corteza cerebral que empuja sin cesar en su expansión, cambió la forma de los huesos del cráneo y levantó la frente.
Los lóbulos frontales no entran a desempeñar plenamente sus funciones hasta los seis meses. Hasta los tres años y debido a que se está desarrollando el hipocampo, no tenemos memoria de largo plazo. El sistema límbico empieza a ser controlado por la corteza al año. Zonas parietales donde reside la comprensión de la palabra necesitan dieciocho meses para activarse. El área de Broca, organizadora y coordinadora del habla, madura después, en algunos casos, unos dos años y medio. Los lóbulos prefrontales, sede del control, de la conciencia de sí, de la síntesis, de la atención y de los valores, no madura hasta bien entrada la edad adulta.
El cerebro es tan plástico que, si a un niño se le quitase un hemisferio, el otro haría las funciones de este. Y si el ser no es cuidado y sufre una pérdida afectiva, aunque se recupera en apariencia, aparecerán trastornos de aprendizaje, y quizás hasta esquizofrenia. Tan plástico es que el ambiente fue creando nuestro cerebro: por eso del mismo modo lo puede destruir.
Cada hemisferio, aunque participa de las funciones y cualidades del otro, está especializado. Así el izquierdo nos hace materiales, dominantes e insensibles, también analíticos, lógicos, precisos, ejecutivos y con el captamos los detalles de las cosas. Nos ayuda a descomponer el conjunto en sus partes, aunque solo, no ve el bosque. Por el contrario, el hemisferio derecho nos hace amables, emocionales, acordes con el mundo natural, soñadores, procesando los datos con visión global, percibiendo con detenimiento las cosas. Con él elaboramos el miedo, las pérdidas y tenemos un pensamiento general. En el hemisferio derecho está la autocrítica. También la orientación espacial, junto con el hipocampo, tan desarrollado en los taxistas.
Otra función del cerebro es captar lo latente, las imágenes ocultas en el fondo complejo, algo que nos dejaron en herencia los primitivos homínidos. Es capaz de desarrollar una visión compleja porque trabaja muy interconectado con las diferentes partes, con los otros cerebros, es por lo que la inteligencia y la visión global es un fenómeno emocional, es experiencia y saber acumulado. Trabaja en equipo con los otros cerebros mediante conexiones de largo recorrido, por lo que puede construir conceptos polifacéticos amplios y abiertos, enmiendas y rectificaciones. Mientras que el izquierdo, lógico, racional, analítico, da respuestas cerradas, no rectificables ni capaces de prever que un árbol o muchos pueden ser un bosque o no.
Ambos son diferentes, como cada neurona lo es de las demás. El izquierdo, dado el tipo de trabajo que ha de hacer, tiene las neuronas y sus conexiones más apretadas porque así lo requiere la cooperación estrecha y rápida para ver los detalles.
Al cerebro, cuando le faltan datos, se los inventa y se deja engañar, es perezoso, rutinario y gregario. Al fin y al cabo, tiene un 80% de animal y ellos son gregarios y luchan por el territorio.
Cuando en los grupos se produce una intensa situación emocional que nos impide articular palabra, miedo escénico, es que los cerebros primitivos se están apoderando de las funciones asociativas y sistemáticas de la corteza. Aprender en grupo es ampliar y modificar nuestra inteligencia y funcionalidad cerebral, y sobre todo el hemisferio derecho y el hipotálamo sufren cambios profundos con ello. Se ha comprobado que, lesiones o atrofias en el hipotálamo, ocasionan que la persona se vuelva rutinaria y aplique siempre las mismas soluciones y muestre un aprendizaje rígido; no puede formarse y aplicar conocimientos en contextos diferentes. Muchas personas de estas características buscan recetarios y les encanta la formación que aporte fórmulas: que no es formación, si no reaseguramiento de su manera de ser y proceder.
Hablar se transformó en algo tan importante que ocupó los segmentos ya dedicados a las funciones visuales empujando el resto hacia atrás, la corteza occipital. Incluso se apoderó de las destrezas espaciales, que, dado el incremento de la inteligencia, eran ya menos necesarias.
Las funciones del habla se han extendido en mayor porción del hemisferio izquierdo que del derecho. Esta asimetría no la tienen los demás seres. Todo ello hizo de nuestro cerebro algo distinto. Aunque en algunos casos esa destreza en el hablar es síntoma del síndrome de Williams, o autismo de adulto; hablan con enorme precisión, pero carecen de empatía y comprensión de lo humano. Si algunas personas quieren ignorar estos datos es porque al hemisferio izquierdo le es difícil trabajar con la información del 80% del resto del cerebro: el reptiliano y el sistema límbico, donde residen inteligencias geniales pero animales. Ese hemisferio izquierdo, cuando es dominante, con tan buenas capacidades para analizar una contabilidad, construir un puente, hablar, ser ingeniero, es el que retrasa el progreso y el sentido común. Con él somos muy prácticos y ejecutivos, pero nunca veremos el bosque.
Debemos tener en cuenta que ganar parcelas a lo inconsciente, requiere una gran labor para que esta sabiduría se corticalice; quiere decir que este cerebro que viene evolucionando desde siete millones de años hasta la actualidad, es un sabio, manda información a la corteza, a lo humano, pero choca con el hemisferio izquierdo ignorante y arrogante, muy capaz para máquinas, números y acciones prácticas.
Lo que es ver, comprender o percibir, es fruto del trabajo global de todo el cerebro. Por ejemplo, se ha descubierto que ese cerebro especializado en los movimientos, el cerebelo, que cuando bebemos nos hace andar dando tumbos al anularlo con el alcohol, también nos ayuda a hablar y realizar un uso correcto de la gramática, lo mismo que nos provee del espacio y del tiempo, incluso contribuye a hacernos menos impulsivos y da coherencia a la función global. El rol del cerebelo es el modulador de las funciones mentales y sociales. Es por lo que los borrachos dicen y hacen tantas incongruencias.
Los cerebros prehistóricos, inconscientes, son los que nos permiten desarrollar sensaciones complejas como el miedo, amor, vergüenza. La memoria, la representación global de los sucesos personales la posee el hipocampo, porción del mamífero, ya que está conectado con todas las áreas corticales. La memoria definitiva queda en las redes asociativas de la corteza temporal y particularmente en la prefrontal, ya que no necesitan del hipocampo para la reproducción. Lo que quiere decir que la formación no es verdadera si no es continuada pues esta memoria tiene unas características a la de trabajo o temporal. Ya lo dijo Ramón y Cajal en 1894, que el aprendizaje verdadero ha de producir cambios en la eficacia de la sinapsis o conexiones entre las células; es por lo que el trabajo en grupo nos hace más inteligentes y aprender significa cambiar ideas, modos de hacer y cambios en la relación con uno mismo y con los demás.
En otra porción del mamífero, el núcleo caudado, residen los instintos y las memorias ancestrales. A una persona que se le extirpó 8 cm de cerebro, que incluía el hipocampo, ha quedado congelado en el tiempo, no tiene un antes ni un después, permanece en los 25 años, momento de la operación, habla de sus gentes como si estuvieran vivas, cree que tiene esa edad. Cada día ha de presentarse el investigador de nuevo, lo de ayer se le ha olvidado, es decir, siempre está entre extraños.
Los que tienen el lóbulo prefrontal dañado o poco desarrollado, no pueden ordenar temas complejos, no pueden planificar el futuro, tienen serias dificultades en la interacción social, en la formulación de estrategias, en la comprensión de teorías o aprendizajes nuevos unidos a ellas. Simplifican y son dogmáticos, cerrados y creen que su éxito es la gestión, eso ya lo tenían los homo hábilis que tardaron un millón de años en ser capaces de hacer algo creativo, como el hacha pulimentada.
En el estrés prolongado, en los episodios de guerra, en los menores abusados, en las mujeres maltratadas, en los ambientes crónicamente tensos, en todos ellos se encontró un 12% menos de hipocampo. Una cierta tensión vital es necesaria, pues ella descarga hormonas que incrementan la memoria y la alerta, pero bañadas por ella de continuo destruyen el tejido.
La memoria y el aprender son posibles porque las neuronas se juntan y se separan y se unen a otras nuevas. Aprender, cambiar y modificarse es activar genes específicos en los núcleos neuronales que codifican la síntesis de determinadas proteínas y neurotransmisores como el glutamato. Debemos sacar una idea de lo que deberían saber más las personas que forman, dirigen o enseñan a otras, del material que manejan: el ser humano.
Todo esto nos lleva a prestar una cuidadosa atención a los cerebros que nos precedieron y que ahora comandan el 80% de nuestra vida. El reptiliano, fue el primero y necesario para que aquel pez arcaico pudiera sobrevivir, con un sistema de alarma eficiente para la máxima competencia ante el peligro. Nos ha aportado un sistema de encendido, el sistema reticular que suelta la adrenalina en el cerebro y lo “enciende “. Tiene neuronas cuyas fibras son muy largas, van a la columna vertebral o atravesando todo el cerebro a la corteza, por tanto, pensamos también como peces primitivos. Las funciones vitales como dormir o la vigilia son gestionadas en ese nivel. También se encarga de hacer posible que, mientras hacemos unas cosas con la conciencia, sigamos pedaleando o cambiando de marchas en el coche. Otra parte se conecta con la corteza prefrontal y permite el pensar automático y nos avisa de lo nuevo, por instinto. Es vital, por tanto, aplicar estos conocimientos a la formación y a la dirección. Pensemos lo importante que va resultando saber que, junto a la pequeña sabiduría humana, 20%, nos acompaña la ancestral, y que necesitamos de entrenamiento para enriquecer lo humano: a ello va dirigido este método de formación.
Las enfermedades psicosomáticas, representan la acción de estos cerebros fuera de control. Son personas que hipo activan la corteza cingular anterior, encargada de distinguir entre estímulos internos y externos: que no saben lo que sienten, lo que padecen. Esta zona es la que más se desarrolla en la formación en grupo. Algunas personas cuya corteza cerebral tiene menos grosor en esta zona específica, no pueden saber lo que sienten y son víctimas somáticas de ello, otras no lo pueden ni admitir.
El cerebro está sumergido en sustancias segregadas por las propias neuronas, que tienen efectos muy distintos. Cada una de ellas está influenciada por el resto del cuerpo y por el ambiente.
- La dopamina regula la motivación. En el Párkinson disminuye seriamente. Los niveles demasiado altos producen alucinaciones.
- La serotonina: los altos niveles producen serenidad y optimismo, regula el sueño, el dolor, el apetito y la presión arterial.
- La acetilcolina: regula la atención el aprendizaje y la memoria. El Alzheimer la tiene bajo mínimos.
- La noradrenalina aumenta el nivel de respuesta física y mental y levanta el ánimo, la produce un centro concreto, el núcleo ceruleus, que es el centro del placer.
- El glutamato es la sustancia que conecta unas células con otras y es esencial para las conexiones
- Las encefalinas y endorfinas reducen el dolor y la tensión nerviosa, son las responsables de la calma.
Las emociones son útiles y adaptativas. Son el pegamento que mantiene todos los cerebros unidos y funcionando. Es más, el papel adaptativo de las emociones no se restringe a simples reacciones para sobrevivir y comunicarse, sino que constituyen un complejo proceso responsable de la capacidad de resistencia biológica y psicológica y con hondas repercusiones en la salud y el bienestar. Ellas regulan las células encargadas de nuestra defensa y a su vez actúan sobre los centros emocionales.
Nuestro cerebro depende también de factores como los genes, las complicaciones prenatales, las hormonas, los neurotransmisores, del daño cerebral producido por drogas, la educación recibida de los padres, el ambiente social, las dificultades para aprender, los problemas en el lenguaje, la influencia de los compañeros….
No creamos que la química del cerebro es simple, cada una de estas sustancias que hemos señalado, como la acetilcolina, en realidad son paquetes de 5000 moléculas cada una, que están dentro de la célula o son enviadas fuera.
Por tanto, es vital conocer hasta qué grado dependemos de esos cerebros y cómo dirigen nuestras vidas.
El hipocampo, parte del cerebro mamífero regula lo endocrino y lo metabólico, la presión arterial, la temperatura corporal, registra la información que llega de los niveles en sangre de colesterol, glucosa, las diversas hormonas, del sistema digestivo, tiene autoridad en las células de la sangre encargadas de detectar y destruir muchas de las causas de enfermedades infecciosas. El cerebro mamífero y la corteza cerebral regulan el sistema inmunitario, la depresión baja la actividad del sistema inmunitario y la alegría los activa. Ya podemos entender que la mente modifica todo el cuerpo y él mismo manda sustancias que modifican nuestro cerebro.
El ambiente está destruyendo millones de años de aprender lo mejor de la supervivencia.
Fumar empieza siendo un capricho inducido por el ambiente, que altera el gen D2R2 que impide que la dopamina se acople a las vías de recompensa, de tal manera, que cercena la corriente de placer que desataría este neurotransmisor al liberarse. Cada droga produce daños muy selectivos en el cerebro: todas dañan centros vitales donde residen el correcto funcionamiento del sueño, el control emocional, el placer, los valores y demás.
La emoción para que sirva a la supervivencia y a la adaptación y ponga en marcha la inteligencia propiamente dicha, necesita expresarse y ello requiere procesamiento cognitivo y expresión corporal. El desconocimiento de las emociones tiene serios peligros. Mucha gente a quienes tomamos por lógicos, analíticos e inteligentes pueden tener una grave enfermedad, la alexitimia, que se da fundamentalmente en los hombres y consiste en la incapacidad para expresar las emociones, signo inequívoco que la unión entre el área del procesamiento cortical de lo emocional y las regiones del cerebro que controlan la expresión y el habla, está inmadura.
En un psicópata, es decir, inmadurez cerebral grave, su amígdala no responde ante estímulos emocionales, su hemisferio derecho no se ilumina ante situaciones emocionales, por tanto, no le funciona para tener sentimiento de culpa o remordimiento. Puede mentir cínicamente y con su hemisferio izquierdo puede planificar la destrucción y el chantaje.
Simplificando, la realidad es que la inteligencia emocional, las funciones afectivas están localizadas en el cerebro mamífero, en la corteza prefrontal, en el cerebelo. La atención, que hemos localizado en la corteza prefrontal trabaja en sincronía con el hemisferio derecho.
Hemos de resumir que lo emocional, la atención y las funciones ejecutivas se han de conceptuar como diferentes aspectos de la conciencia, que a su vez depende del aprendizaje y muy considerablemente de lo que definimos como valores.
Cambiar, aprender es modificar el cerebro, pero requiere tiempo hasta que queda almacenado. Hemos de darnos y dar ese tiempo para conseguir el éxito.
Concluye el I Congreso Iberoamericano de Neuromarketing en Castilla y León con una alta participación y acogida a pesar de las restricciones por el coronavirus
- 14 profesionales del neuromarketing han compartido espacio real y virtual en el primer evento iberoamericano sobre neuromarketing para definir la disciplina y crear nexos de unión entre el mundo laboral y académico.
- El acto de clausura contó con la presencia de Don Gabriel Carrascosa, presidente de la Asociación Europea de Neuromarketing y director del laboratorio de Neuromarketing Aplicado FusionLab y Doña Aurora López, secretaria técnica del Congreso.
- Más de 100 asistentes en modalidad presencial y cerca de 40 conexiones online diarias han seguido el primer evento de estas características Iberoamérica.
Segovia, 12 de marzo. Durante tres días el campus María Zambrano de Segovia ha reunido de manera presencial y online a expertos del neuromarketing en el primer encuentro de profesionales y académicos para acercar las nuevas tendencias en estudios del consumidor y su aplicación al ámbito de la comunicación y la empresa que acoge la Universidad de Valladolid.
Con la intención de desmontar falsos mitos y romper con la idea de que el neuromarketing es una disciplina del futuro, las secciones de “experiencias de éxitos” demostraron que el neuromarketing es una realidad con la que muchas empresas ya están trabajando para mejorar la satisfacción y deseos de sus clientes. De esta forma, David Ibar mostró cómo Orange lo empleó para perfeccionar su servicio de televisión, Francisco Quiñones expuso tres casos exitosos de Publiespaña y Teresa Cercós desveló detalles de los procesos ejecutados y las conclusiones a las que llegaron para la mejorara de algunos de sus productos alimentarios.
La oportunidad de agrupar en un mismo evento a profesionales y académicos del neuromarketing fue uno de los elementos más valiosos del encuentro ya que, además de las conferencias de los 14 ponentes plenarios, se expusieron los resultados de las investigaciones acontecidas desde el ámbito académico con aplicación real de 44 ponentes. se puede acceder al programa completo.
El congreso arrancó con las conferencias de Alex Rebolledo (sales manager de iMotions), quien habló de nuevos desarrollos y posibilidades de investigación; Juan Graña Rodríguez y Mónica Pérez Marcos (CEO y directora de proyectos de neuromarketing en Neurologyca Science & Marketing) conversaron sobre la llegada de la IA al neuromarketing; y José Luis Pech Pacheco (Director I+ D Kopernika Inteligencia Artificial) presentó Kopernika, una herramienta auspiciada por la Unión Europea.
En la segunda jornada, José Ruiz Pardo (CEO de Goli Neuromarketing) presentó herramientas wereables y no invasivas y Juan Salvador Victoria Mas (director del Master en Neurociencias aplicadas a la Comunicación en la UMA) acercó a la audiencia a la perspectiva antropológica.
El tercer día se bucarán nuevas maneras de entender al consumidor de la mano de Nuria Serrano Abad (Head of Strategy de VCCP en Madrid e investigadora en el campo de neurociencias aplicadas a la publicidad), Daniel Ramos (Sociograph y consultor de Marketing Sciencie) debatió sobre el futuro del neuromarketing; y Gabriel Carrascosa Mendoza (director del Laboratorio de Neuromarketing Aplicado FusiónLab y Presidente de La Asociación Europea de Neuromarketing) plantearon soluciones reales para resolver problemas mediante el design thinking.
Después de meses de trabajo y una pandemia de por medio, este I Congreso Iberoamericano de Neuromarketing ha sido una realidad. Desde la organización apuntan que “solo fue el primero de muchos eventos ya que el neuromarketing es una disciplina que necesita ser delimitada para evitar el intrusismo que se percibe hasta ahora”.
Enlace para la descarga de recursos gráficos y sonoros: https://we.tl/t-tMyh2FCWRr
La clausura puede verse en el canal de YouTube: Congreso Iberoamericano de Neuromarketing
Facebook: I Congreso Iberoamericano de neuromarketing
Twitter: @CNeuromarketing
Instagram: cneuromarketing
Contacto:
Alicia Gil Torres
Departamento de prensa
I Congreso Iberoamericano de Neuromarketing
alicia.gil@uva.es
625525442
Especialistas de diferentes países dedicados al estudio del neuromarketing se reúnen en el I Congreso Iberoamericano de Neuromarketing
La UVa organiza un congreso los días 10, 11 y 12 de marzo de 2021 para abrir nuevas nuevas vías para la investigación, el intercambio y la divulgación de los últimos avances en la investigación.
De la mano de profesionales de empresas exitosas se verá la aplicación de las nuevas tecnologías en las estrategias del marketing desde el ámbito de las neurociencias es una realidad.
Segovia, 22 enero. La Universidad de Valladolid lidera el primer encuentro de profesionales y académicos del ámbito del neuromarketing para acercar las nuevas tendencias en estudios del consumidor y su aplicación al ámbito de la comunicación y la empresa.
Durante los días 10, 11 y 12 de marzo el campus María Zambrano de Segovia acogerá de manera presencial y online a decenas de expertos que buscarán durante estas jornadas intercambiar ideas y experiencias para abrir nuevas vías en la investigación del neuromarketing y su divulgación.
La gran recepción por el público se hace patente al estar ya cubiertas todas las plazas presenciales ofertadas. Las personas interesadas aún tienen la oportunidad de inscribirse en la modalidad online y así disfrutar de la oportunidad de seguir las conferencias y ponencias salvando las distancias territoriales y pandémicas en este novedoso encuentro iberoamericano.
[Para más información sobre las inscripciones: ]La contribución, eje del congreso
La oportunidad de agrupar en un mismo evento a profesionales del neuromarketing es uno de los elementos más valiosos de este encuentro. El congreso arranca con las conferencias de Alex Rebolledo (sales manager de iMotions), quien hablará de nuevos desarrollos y posibilidades de investigación; Juan Graña Rodríguez y Mónica Pérez Marcos (CEO y directora de proyectos de neuromarketing en Neurologyca Science & Marketing) conversarán sobre la llegada de la IA al neuromarketing; y José Luis Pech Pacheco (Director I+ D Kopernika Inteligencia Artificial) presentará Kopernika, una herramienta auspiciada por la Unión Europea.
La segunda jornada reunirá a José Ruiz Pardo (CEO de Goli Neuromarketing) con la conferencia sobre las herramientas wereables y no invasivas; Elena Martín Guerra (CEO de Sociograph y consultora de Marketing Sciencie) debatirá sobre el futuro del neuromarketing; y Juan Salvador Victoria Mas (director Master en Neurociencias aplicadas a la Comunicación en la UMA) nos acercará a la perspectiva antropológica.
El tercer día se bucarán nuevas maneras de entender al consumidor de la mano de Nuria Serrano Abad (Head of Strategy de VCCP en Madrid e investigadora en el campo de neurociencias aplicadas a la publicidad) y se concluirá con Gabriel Carrascosa Mendoza (director del Laboratorio de Neuromarketing Aplicado Fusión y Presidente de La Asociación Europea de Neuromarketing) quien planteará soluciones para resolver problemas mediante el design thinking.
Esta diversidad como componente es clave para que las actividades de formación, las mesas de debate o las sesiones de investigación se orienten a la obtención de una mayor calidad en el trabajo de profesionales, investigadores y docentes.
Otro valor añadido de este congreso es la oportunidad de comprobar con anunciantes reales cómo han utilizado el neuromarketing como herramienta de investigación del consumidor de manera eficaz en los momentos del programa enmarcados como “Experiencias de éxito”.
Un completo programa en el que los organizadores trabajan desde 2019 y que, a pesar de los estrictos protocolos en los recintos universitarios para mantener las distancias y controlar la expansión del coronavirus, sigue adelante. “La imperiosa necesidad de realizar un encuentro pionero como este en Iberoamérica ha sido el motor que nos ha impulsado en estos meses” y, además, “a pesar de las adversidades, otro reto importante ha sido dotar de cierta normalidad el escenario académico y demostrar que posee capacidad suficiente para seguir funcionando”, señalan desde la organización.
Contacto
Alicia Gil Torres
Departamento de prensa
I Congreso Iberoamericano de Neuromarketing
alicia.gil@uva.es
625525442
Neuro: que bien suena esta palabra
Artículo escrito por:
Larissa Alff Machado
Graduada en Publicidad en UnP, con posgrados en Marketing Estratégico y en Neuromarketing y comportamiento del consumidor por la UCM.
Trabaja como consultora y técnica de implementación en FusiónLab Neuromarketing Aplicado
En mi opinión, realizar un estudio que investigue qué le pasa al cerebro de las personas cuando escuchan o leen la palabra «neuro» sería interesante. Innegablemente, es un término que atrae, que despierta interés. Intuitivamente, remite a algo inteligente, diferenciado y casi casi… misterioso. Tal vez sea ese el motivo por lo que hoy existe TANTO contenido sobre «neurocosas», sin necesariamente serlo. Aparentemente la palabra «neuro» se ha convertido en la antesala ideal para conseguir la atención de más personas.
Lo mismo me ocurrió cuando escuché por primera vez la palabra «Neuromarketing». Pensé «¿qué es eso? Lo quiero conocer, saber de qué va». Cuando empecé a estudiarlo a fondo, dedicándole tiempo y esfuerzo, contando con personas serias, profesionales con acreditada experiencia, entendí que se trata de un tipo de investigación donde necesariamente se tienen que utilizar dispositivos de neurociencias, como son el eye tracking, EEG, decodificador facial o GSR entre otros. Herramientas con las que se estudia el comportamiento fisiológico y psicológico del cerebro, con el fin de entender el comportamiento de compra en un entorno o situación específicos. Además de estos factores, también resulta relevante diseñar correctamente una investigación de Neuromarketing, contextualizándola correctamente, para conseguir datos precisos y fiables. Mi intuición inicial resultó ser correcta: el Neuromarketing es realmente fascinante.
Pero en este proceso, también descubrí que algo solo se caracteriza como Neuromarketing de forma completa si confluyen al menos estos tres factores: el estudio del comportamiento del cerebro en el entorno de compra de forma bien contextualizada, el uso de los dispositivos de neurociencia adecuados y un diseño correcto de la investigación.
Resulta llamativo que se pueden encontrar muchos textos y artículos que ofrecen «soluciones de neuromarketing para tu tienda» o sobre «cómo puedes utilizar el olor como técnica de neuromarketing para vender más», por citar solo algunos ejemplos que, sin duda, pueden ser muy interesantes y hasta cierto punto, útiles. Pero si los escrutamos con detenimiento, podemos plantearnos tres cuestiones clave:
- ¿Se han utilizado en el proceso investigador un conjunto de dispositivos de neurociencia que validen sólidamente lo que se expresa o se apoyan en una investigación bien realizada para testear y comparar resultados de la situación o escenario compra, uso o consumo que se plantea?
- ¿Describen diferentes capacidades cerebrales del ser humano, aportando propuestas de actuación contrastada con las que tomar decisiones desde la empresa?
- ¿Se indican comportamientos fisiológicos del cerebro o bien señalan comportamientos del consumidor en entornos de compra reales?
Hablar de neuromarketing puede ser atractivo por sí mismo, no lo dudo. Pero describir el funcionamiento de ciertas partes del cerebro o los aspectos positivos de utilizar ciertos elementos de marketing en retail, por sí solo, quizás no pueda considerarse Neuromarketing como tal. Más bien, pueden ser reflexiones útiles sobre percepciones o respuestas sensoriales.
Y aún me surge otra duda. Por ejemplo, ¿el jardín que adorna la entrada y el acceso a un centro comercial o a un hotel es neuromarketing como tal? Difícilmente. Su utilidad es innegable como adorno o elemento de influencia positiva. Pero el neuromarketing es algo más integral y completo. Consiste en identificar, interpretar e implementar soluciones de conjunto tomadas en función de los resultados obtenidos con la neurociencia aplicada.
Creo que es positivo disfrutar de la lectura de artículos y trabajos de neuromarketing presentados por profesionales del sector e investigadores acreditados. Cada vez encontramos más y mejores fuentes. Pero no es menos cierto que no todo lo que leemos sobre neuromarketing está suficientemente acreditado ni es el resultado de investigaciones contrastadas. Y es que, en realidad, neuromarketing no es un sinónimo de marketing solo que contado en versión moderna.
Con toda modestia, como cualquier área de investigación nos exige, espero haber aportado algo de luz para seguir construyendo con solidez un área de trabajo tan relevante como es el Neuromarketing.
Desde aquí, mi respeto y mejor consideración para todos aquellos profesionales que tanto desde el ámbito universitario como desde la actividad de empresas privadas, siguen investigando y generando conocimiento de neuromarketing de la mejor calidad.
Como dijo Gabriel Carrascosa en su ponencia del reciente Neuromarketing Congress, todos somos bienvenidos al Neuromarketing porque todos somos participantes y protagonistas de un escenario social y de consumo que ya forma parte de nuestra vida. Y todo ello, teniendo siempre presente que el verdadero reto hoy por hoy es persuadir al consumidor, y no buscar la manipulación.
Y tú ¿encuentras con frecuencia «neuroartículos» por ahí?